Carnavales en los andes derrocharán alegría, música, color y tradición

En la sierra de Perú se celebrarán los carnavales durante todo febrero, prevaleciendo las expresiones culturales y tradicionales en sus bailes y vestimentas, y el desfile de comparsas que con su alegría, música y color, contagian al baile y canto a los espectadores.

En general, el ambiente festivo es el que prima en los carnavales andinos, matizados por el esperado “cortamontes”. Por ejemplo, en la bella Tarma (Junín), esta festividad se inicia con la fiesta de San Sebastián.

Los mayordomos, cargadores y danzantes llevan una pesada cruz hasta el cerro San Sebastián y por eso los tarmeños le han bautizado con el nombre de “La cruz de carnavales”.

Resalta en esta fiesta multicolor, la gracia y elegancia de la mujer wanka y su acompasado baile andino.

En el carnaval Huaracino los versos y canciones se ponen de manifiesto junto al festejo con platos típicos y la elección de la “Shipash Carnaval” o "Señorita carnaval" en la plaza de Armas de Huaraz.

Huánuco tampoco se queda atrás, las familias se pasean orgullosas por calles bailando y entonando dulces melodías. Las plazas se llenan de serpentinas, de orquestas y de danzas típicas.

A su vez, quienes han disfrutado de los carnavales de Apurímac saben que todo es alegría, picardía y originalidad. La mujer apurimeña se impone a la resistencia del guerrero Chanka, demostrando su poder en la confección de su vestido.

En Ayacucho son muy parecidos los festejos siempre dirigidas por la mujer del lugar, que al ponerse el traje típico blanco característico de los carnavales irradian majestuosidad. Estas fiestas también son Patrimonio Cultural de la Nación.

En el Cusco, las comparsas y pandillas viven con euforia la fiesta de los carnavales, muchas de ellas son ganadoras de los festivales carnavalescos del Valle Sur (San Jerónimo, Oropesa y Canchis, donde aún se puede apreciar el famoso Carnaval de Tinta), y del valle sagrado de los incas (Písac, Calca, Urubamba, Lamay).

Y en Juliaca, en la región Puno, existe la costumbre del “taripacuy” que consiste en adornar las casas para luego dirigirse a la catedral y rendirse al juego de los carnavales. Otros tienen la vieja costumbre de ir al cementerio para celebrar los carnavales junto a sus deudos.

Vamos para el sur

En Arequipa, las parejas de jóvenes solteros bailan con atuendos mestizos, compitiendo entre ellos mismos y entre sus barrios para ver quién es el que festeja con mayor furor, gracia y desbordante alegría.

Y en la región Ica la población prepara almuerzos y después juegan con agua. Otros se van de paseos para celebrar el carnaval en el campo.

Pero como el carnaval es color, en Chincha tiene lugar al ya famoso Carnaval Negro, desatándose reñidos concursos de cajón, festejo y zapateo.

Con esa misma mística, en Cañete se festeja el Carnaval Negro de Cerro Azul, donde la multitud avanza hasta el puerto de los ensueños para acariciar la brisa carnavalesca a dos horas de Lima.

Para mayor información turística, los interesados en participar en los festejos de los carnavales pueden visitar el sitio en internet de la Comisión de Promoción del Perú para el Comercio y Turismo (Promperú).

De: www.andina.com.pe -